Para mi este sitio es especial, por su historia, porque me recuerda a mi infancia cuando al pasar por la puerta sentías el olorcito a pan recién hecho ( mmm!!! ), por sus famosos mini-crusants y sus ensaimadas, para mi las mejores que he probado nunca.
Es un sitio de visita obligada cuando visitéis la Ciudad Condal, está justo en el centro, al lado de la Calle Pelayo. Así que es una muy buena opción de descanso para un largo día de turismo o de compras.
¿Te lo vas a perder?
1 comentario:
Me encanta esta panadería!! Los micro crusants estan de muerte... es parada obligada cuando voy por allí de compras!
Un beso,
Patricia
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